sábado, 11 de octubre de 2014

Finalidad del sistema educativo.

Volviendo a la cita de la entrada anterior de este blog.

"No hay que empezar siempre por la noción primera de las cosas que se estudian, sino por aquello que puede facilitar el aprendizaje" Aristóteles.

Antoni Zabala nos introduce, en el texto de referencía1,  al cisma filosófico entre los dos grandes maestros griegos, Platón y Aristóteles. Para Platón el saber mismo es un objetivo, en cambio Aristóteles va más allá y considera el saber como el conocimiento para ser aplicado. Pero a mí, me gustaría resaltar de ambos filósofos (recordemos que eran maestro y alumno) que de alguna forma convergían en una idea, que es la importancia del método.

Y es el método lo que ha fallado. Desde una base post-platónica, y católica, hemos tergiversado la educación como esa forma de selección de los mejores para llegar a la universidad y desde allí seguir teorizando. Como nos argumenta Zabala  hay una diferencia entre católicos/protestantes a la hora de enseñar, la base protestante de la enseñanza es más práctica. La llegada de la globalización y los procesos plurinacionales como la Unión Europea ha hecho que las diferencias sean patentes, reafirmadas por la comparación de las tasas de paro.

Esta crisis de referentes tradicionales en la universidad es la que ha reiniciado el sistema. Ya no sirve la universidad para formar a los profesionales del futuro, y la escuela selectiva conductivista fomenta la reproducción de desigualdades sociales (Perrenoud,19972). Entonces lo que se debe hacer es cambiar el camino, debemos cambiar la escuela.

La foto a continuación pretende ser una metáfora de la necesidad de des-localización de las clases, de abrir las aulas a la calle. Hacer permeable las aulas a los cambios sociales. Debemos aprovechar los cambios que han generado las nuevas tecnologías, y hacer de estos una buena oportunidad para cambiar la escuela. 
La educación también puede cambiar la sociedad, un ejemplo pueden ser las evaluaciones orales en Italia y Argentina. Yo he hecho mi Erasmus en Italia, y puedo asegurar que las evaluaciones orales hacen a los jóvenes universitarios italianos tener mejores competencias a la hora de defender oralmente sus propuestas y opiniones en público, también fuera del aula. Esta capacidad dialéctica ha cambiado la sociedad y su forma de relacionarse.


Las evaluaciones orales en Italia generan situaciones muy difíciles y cómicas, como se muestra en este video de la película “My name is Tanino” (minuto 2), que es más o menos lo que me paso a mí el primer día. Me sorprendió mucho la poca privacidad en el examen comparado con el escrito, y ese tipo de evaluación hace que cambies tu forma de estudiar.


Estas lecturas3 me ha hecho ver claro que debemos hacer que “la educación se convierta en un vehículo de capacitación y no de opresión” (Richard Gerver en la entrevista en Redes)Capacitación mediante las herramientas, que tenemos en la educación pero utilizadas de forma transversal. También me hacen ver lo necesarios que son los cambios en las evaluaciones para cambiar la forma de estudiar, de la misma forma que sirve cambiar el formato y tiempo de las clases.


Aquí tenéis el video, creado en clase por nuestro grupo, “com profesor vull” en el que aparecen algunos temas claves, como por ejemplo el de la educación como creación.






1:  Zabala i Arnau (2009). 11 ideas clave. “Como aprender y enseñar competencias”.   Barcelona: Graó

2:  Perrenoud P. (1997) : “Construire les compétences dés l’école”,  ESF Éditeur : Paris.

3: Stephen BallEducation, justice and democracy: The struggle over ignorance and opportunity”. Robert Owen Center fo Educational Change. University of Glasgow. Consultado el 10/09/2014.